San Juan Evangelista


El primer informe documental que menciona directamente a la talla data del 22 de noviembre de 1675, en que Francisco López de Jerez pide licencia para que la Cofradía de Jesús Nazareno se agregue y se una con el Hospital de la Caridad. En dicho informe aclara que en el año 1670 fundó una Cofradía de Jesús Nazareno en la iglesia Parroquial, a la cual se agregaron la imagen de Jesús Nazareno, Ntra Sra de la Soledad y San Juan. En el Libro de cabildos,  en el año 1715, en el cabildo de ese año aparecen mencionadas las andas del Señor San Juan. En un inventario de 1.754 aparecen reflejadas las ropas de la imagen, consistentes en: “ túnica de tela verde y capa de tafetán encarnada”.
Esta primitiva imagen fue sustituida por otra en el año 1796, según consta en la peana que lleva a sus pies, donde dice: “Se hizo este señor San Juan Evangelista a devoción y costa de Dº Alonso Ruiz y su señora Dª Juana García. Año de 1796”. Dándose el caso de que Alonso Ruiz había ejercido el cargo de hermano mayor entre los años 1770-72, 1793-95 y 1798.

DESCRIPCIÓN DE LA TALLA.
Imagen de talla de bulto redondo,  realizada un madera tallada y policromada, de autor desconocido de finales del S. XVIII. San Juan se representa de pie con aspecto juvenil, con una actitud contemplativa donde la mirada la dirige hacia el frente, haciendo un leve giro con la cabeza hacia la derecha, en actitud de diálogo con la Virgen. Sobre la cabeza una corona de plata del siglo XVIII. Muestra una gran movilidad en los brazos y manos ya que están despegados del cuerpo,  señalando el derecho hacia el frente en una actitud de compasión y tristeza. Está vestido con una túnica larga de terciopelo en color verde, y que es sujetada en la cintura por un cíngulo. Sobre la túnica lleva una capa que le cae de los dos hombros, recogida sobre ambos brazos con amplios pliegues,  en terciopelo color rojo.

La iconografía del evangelista San Juan es una de las más características representaciones apostólicas de toda la Semana Santa, hasta el punto de que era una de las más características dentro de las hermandades de Jesús Nazareno.
En los Evangelios la figura de San Juan aparece durante la Pasión en el Huerto de los Olivos (Mateo XXVI, 37; Marcos XIV, 33; Lucas XXII, 39-40; Juan XVIII, 1), desaparece tras el prendimiento y de nuevo se registra su presencia al pie de la Cruz junto a María (Juan XIX, 26-27). Serán los Evangelios Apócrifos los que informan que San Juan acompañó a la Virgen en la calle de la Amargura, escena representada en el paso de misterio de la hermandad de Jesús Nazareno.

La imagen responde en todo al molde más característico: San Juan acompaña a la Virgen en el camino hacia el Gólgota o de la Amargura, vestido con túnica verde y con manto escarlata, ambos en terciopelo, con los rizos ondeando sobre su frente juvenil y con su mano derecha señala hacia Jesús, indicando a la Madre el camino a seguir.

San Juan era el hijo del pescador Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor. Después de seguir la predicación de San Juan Bautista fue llamado por Jesús, siendo uno de los doce apóstoles, y el preferido de Jesús. Cristo durante su agonía en la cruz le confió el cuidado de su madre, a la que llevó consigo a Efeso, predicando el Evangelio por Judea y Asia Menor. Es el patrón de los Teólogos y en general de los escritores, iconográficamente es representado por lo general como joven e imberbe, ya que era el más joven de los doce; sus atributos más usado es el águila.

ESTUDIO ARTÍSTICO.
Obra de finales del siglo XVIII, de autor desconocido, pero que manifiesta el ideal estético que tan amplia repercusión tuvo en la producción escultórica sevillana y granadina: combinar en la obra las pervivencias clasicistas con los nuevos postulados barrocos. Este modelo, basado en la depuración formal, la delicadeza y la contención expresiva, se materializa en esculturas de silueta esbelta y cuidada anatomía, bellos rostros ovales, de ojos rasgados y mirada ensimismada y melancólica, que, tras su aparente reposo externo, parecen encerrar un profundo y apasionado mundo interior. Carente del dinamismo y la teatralidad propias del barroco europeo, la escultura manifiesta los inicios de la corriente neoclásica academicista de la escuela sevillana, que se impondrá en el siglo XIX.

San Juan es una talla de suave expresividad y finura de facciones. El rostro es hermoso, de ojos grandes, cejas arqueadas, nariz recta y boca turgente. Presenta melena ondulada que dejan ver las orejas; el bigote partido en dos y la barba recortada con abundante perilla. Es de destacar el delicado tratamiento de los finos dedos y sus articulaciones.